La lucha contra la corrupción es un instrumento electoral que ayuda a ganar elecciones, no facilita la reducción del delito y crispa a la opinión pública sin aportar soluciones operativas.
La lucha contra la corrupción es un instrumento electoral que ayuda a ganar elecciones, no facilita la reducción del delito y crispa a la opinión pública sin aportar soluciones operativas.