No estoy entre los propagandistas de la Empresa Familiar. No me pagan por ello, ni obtengo beneficio alguno por indicar que nadie es ajeno a la realidad familiar, porque todos estamos imbuidos por sus afectos.
No estoy entre los propagandistas de la Empresa Familiar. No me pagan por ello, ni obtengo beneficio alguno por indicar que nadie es ajeno a la realidad familiar, porque todos estamos imbuidos por sus afectos.