La estabilidad en los negocios familiares, no la aporta el afecto si no el Modelo de relación familiar. Los problemas se evitan gestionando de manera racional las variables familiares que impactan en la gestión. Luego vendrá el amor, primero la racionalidad en el Modelo y luego el afecto. No al revés y sobre todo, nunca el afecto solo, porque este se diluye, se corroe y se malogra como consecuencia de una mala relación sustentada con parámetros de relación que no son de este mundo.
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