Estamos ante un asunto que ha provocado muchos perdedores, que lo hacen a costa de pocos ganadores, que han alcanzado sus metas de forma ilegal, ilegítima y sobre todo, inmoral.

En este asunto pierde la sociedad, pierde el Estado, pierde uno de los pocos operadores de viviendas en alquiler, yo he perdido una buena parte de mi vida cuyos afectos han quedado rotos en el deambular de un largo y sin sentido proceso, mi familia ha perdido porque no ha recibido las atenciones afectivas que se merecen y en el camino se han dilapidado muchos millones de euros, que no  se han esfumado, porque han ido a parar a los bolsillos secretos de algunos de los actores implicados.

Tiempo al tiempo, porque dicen que su paso tiende a situar a cada cual en su lugar.