Debemos protestar porque el silencio nos hace cómplices de las injusticias que está cometiendo el Estado de Israel en Palestina, porque afectan a nuestra seguridad, al funcionamiento de nuestro Sistema Democrático y por ende, embrutece el mundo en el que vivimos, porque genera miseria, desesperación y desafuero. El bienestar de Israel no se debe sustentar con el sacrificio de los palestinos, ni tampoco debemos sufrir sus desafueros el resto de los ciudadanos del mundo, cuyas brutalidades impactan en nuestras calles por medio de los atentados terroristas.