No hemos sido capaces de quitarnos de encima nuestro ancestral legado de privación de la libertad. Desde la más tierna edad nos advirtieron de los estrechos límites de nuestra la Libertad Condicionada.. Nuestros padres nos hicieron ver que en España nunca habíamos tenido libertad, que eso eran cuentos chinos de los europeos, pero que aquí las cosas siempre habían funcionado de otra forma y, además, nos advirtieron seriamente sobre la experiencia de la República, porque por culpa de las ligerezas de sus políticos tuvimos que soportar la Guerra Civil. Lo que suponía que en España el ansia desmedida de libertad tenía como respuesta la muerte, el dolor y la desesperación.