Sin comprender es difícil aceptar y sin hacerlo, no se puede cambiar nada. Digamos que la solución demanda de forma previa un problema, lo que supone que el pronóstico viene después del diagnóstico. La empresa familiar es demasiado conocida en sus manifestaciones tópicas y poco conocida en su marco afectivo, en las razones que justifican buena parte de sus comportamientos manifiestos, aquellos que le aportan y le restan valor, los que provocan grandes triunfos y mas de un lamentable fracaso, y sobre todo, son los que forman parte del iceberg que motiva los líos familiares, porque todos ellos tienen razones suficientes para que afloren e impacten, porque forman parte de las respuestas lógicas de sus actores e inductores.