Desconocemos el derecho a discrepar sobre las sentencias judiciales y al sacralizar la negativa a utilizar este derecho, hemos provocado un mayor alejamiento entre la judicatura y la Justicia… Este mismo comportamiento aplicado a otros aspectos de la sociedad, ha provocado graves disfunciones en la vida pública española de los últimos diez años…La sociedad demanda romper con la Transición, asumir los fundamentos de una Ruptura que no fue posible y conectar con la modernidad de la República Española.